En una ocasión, un periodista le preguntó a Helen Keller que se había quedado ciega, muda y sorda a los diecinueve meses de edad:
-Srta. Keller, ¿Hay algo peor que ser ciego?
-Sí, es peor poder ver y no tener una visión, porque como vemos el futuro, determina cómo vivimos el presente.