“Las películas sobre salud mental con frecuencia son como ir al zoológico. Pueden ser maravillosos pero vas con tu doble de persona normal y juntos veis a la persona que tiene una enfermedad mental. Veis la enfermedad desde el exterior hacia dentro, lo que hace un flaco favor a nuestra capacidad de empatizar y comprender. Si viéramos el mundo como lo ven las personas que sufren las comprenderíamos de una manera distinta. La esperanza es que si una persona sale del cine hacia su casa, solo una, y ve a alguien gritando al aire vacío en una esquina y se relaciona con esa persona de una manera diferente y con comprensión, entonces habremos cumplido nuestro cometido”. Akiva Goldsman, guionista de “Una mente maravillosa” (A Beautiful Mind)
Las películas son una manera muy interesante de acercar la enfermedad mental a la sociedad y educar al público sobre el fascinante mundo de la psiquiatra. Por eso es tan importante ceñirse a la realidad de cada una de las patologías mentales, porque pueden marcar y estigmatizar alguna de las enfermedades.
Todos hemos visto la película “Una mente maravillosa”, claro ejemplo de esquizofrenia. Esta película muestra los sufrimientos de esa enfermedad. Se basa en la novela del mismo título de Silvia Nash, quien describe la vida de John Nash, premio Nobel de Economía en 1994.
Tras el lanzamiento de la película, los mismos Alicia y John Nash declararon que estaban de acuerdo y satisfechos con el resultado de la película. El propio Dr. Nash participó en las grabaciones y consultó con Russell Crowe y con Ron Howard el proceso de producción, estando en muchos momentos presente en el plató.
“Con frecuencia lo que siento es la obligación… o culpa por querer dejarle, ira contra John, ira contra Dios. Pero después le miro y me obligo a ver al hombre con el que me casé y se convierte en ese hombre. Se transforma en alguien a quien amo y me transformo en alguien que le ama. No ocurre todo el tiempo, pero es suficiente”. Jennifer Connelly (Mrs. Nash)
Una persona con esquizofrenia es difícil que acabe integrándose de manera completa en la sociedad. La lucha del Nash en la película por integrarse está muy bien representada.
Las recaídas en estos pacientes pueden ser debidas a múltiples factores. La presión, momentos de tensión, estrés acaban desencadenando sus delirios, alucinaciones. La depresión de los pacientes que se dan realmente cuenta de su enfermedad es otra causa de recaída y empeoramiento. El cumplimiento del tratamiento es muy importante para la estabilización de los síntomas; los efectos secundarios bloquean, dificultan la concentración y el rendimiento correcto en las actividades diarias.
Pocas películas retratan la influencia de una enfermedad mental grave en los familiares sanos. La última parte de la película muestra a Alicia Nash ayudando y colaborando con el paciente a enseñarle la importancia de la toma de medicación y de distinguir la realidad del delirio.
Uno de los grandes logros de esta película, aparte de acercar la enfermedad al gran público, es mostrar el estigma que sigue existiendo sobre la esquizofrenia. El mejor amigo de John, cuando acude a su casa, se muestra nervioso y ansioso; otros estudiantes al verle se ríen de él. Hay que tener en cuenta que parte de la enfermedad es presentar fenómenos de autorreferencia, es decir, situaciones en las cuales el paciente se nota mirado, observado o juzgado por otros. En muchas ocasiones esto se agrava porque existe una base real. El paciente, especialmente aquellos que presentan una esquizofrenia de tipo paranoide, sienten esa mirada encima de ellos, esa idea de perjuicio que en ocasiones llega a ser delirante. No ayuda que la gente o sociedad los mire o trate de manera diferente.
La pesadilla de la esquizofrenia, es no saber lo que es verdad. Psiquiatra del Dr. Nash
Comprender esta enfermedad, alivia a los pacientes que la padecen.
MARIAN ROJAS ESTAPÉ
2 Comments
José Luis
Muy bueno Marian . Me encanta tu sensibilidad hacia los desfavorecidos. Lo único que me sale es que esta sociedad desagradecida, narcisista y que tapa sus complejos acabará comiendo las bellotas de los cerdos como le pasó al hijo pródigo. Parece increible pero parece que la sociedad se dedica a hacer daño a los enfermos, débiles e indefensos como una forma de autoafirmación.¿Cuanta debe ser la violencia por ser alguien?. Algo falla y mucho como tu dices la educación . Como no intentemos cambiar viviremos lo del llanto y rechinar de dientes porque el comportamiento del individuo standard de la sociedad ya no es admisible moralmente. Un abrazo y perdona por estar siempre leyendote.
Marian Rojas Estapé
Jose Luis, ya vas viendo que mi perfil es escribir sobre los temas que me preocupan y veo que hace falta informar a la gente.
Hay que entender el sufrimiento de esa enfermedad, no solo al enfermo sino también a su familiares. Gracias a Dios ya existen dispositivos que tratan mejor a estos enfermos y ayudan a integrarlos en la sociedad.
Gracias por leerme.
Un saludo,
Marian